Quantcast
Channel: Carlos Carnicero » PSOE; PPSOE
Viewing all articles
Browse latest Browse all 5

Rajoy, recula. El Iceberg de la indignación rasga el Titánic del poder.

$
0
0

Paradójicamente, el obsceno espectáculo del caso Bárcenas ha conseguido doblar el espinazo del Gobierno, ante una ciudadanía indignada. La cascada de declaraciones contradictorias del Gobierno ha estado seguida de la primera rectificación importante: la admisión a trámite de la iniciativa popular en contra de los desahucios. La democracia ha comenzado a liberarse de su incautación en el Parlamento y en el Palacio de La Moncloa. La calle empieza a imponer su agenda frente a la falta de credibilidad de los dos grandes partidos.

La lección más importante del hundimiento del Titánic fue la certificación de que no hay nada indestructible. Y que la soberbia de creerse blindado contra la catástrofe promueve que sus consecuencias sean todavía más terribles.

Hay principios y obviedades que produce bochorno tener que recordar. Las elecciones no pueden ser un cheque en blanco que se entrega al Gobierno para que haga lo que quiera durante cuatro años. Hay una relación de dependencia entre las promesas realizadas y los hechos de gobierno. Rajoy despacha este principio fundamental de la democracia con una frase que pretende ser ingeniosa. “No he cumplido mis promesas pero he cumplido con mi deber”. Todo un principio de filosofía política autoritaria que establece que el deber, libremente interpretado por el líder, puede sustituir a sus compromisos. El líder, que pierde su legitimidad de ejercicio, se convierte en un ungido para actuar contra lo pactado con la ciudadanía. El control del poder se pierde en manos de una mayoría parlamentaria que apoya un gobierno que lo hace contra la ciudadanía.

Logo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca

Logo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca

Ahora sabemos que Rajoy incumple, incluso, lo que no puede vincular a su vergonzosa falta de autonomía frente a directrices exteriores. Ni siquiera hace lo que, según la coartada de esas limitaciones impostadas, podría hacer. Protege a Bárcenas porque es esclavo de la información que tiene el ex tesorero del Partido Popular. Y además miente. Luís Bárcenas, en contra de lo afirmado por el PP, estuvo vinculado al partido hasta hace menos de dos meses. Se llevó 22 millones a Suiza y una indemnización millonaria.

Además, hace coincidir esas supuestas “exigencias de la realidad” con una agenda conservadora que está en el ADN del Partido Popular. Hace lo que le gustaría hacer cuando la crisis se lo permite. Destroza un modelo de sociedad, para construir desde esa exigencia exterior impostada, una realidad a medida del pensamiento conservador. Utiliza la crisis y las exigencias de los poderes económicos para una transformación social acorde con los intereses de quien ha provocado esta crisis. La recuperación, cuando llegue, lo hará en una sociedad desestructurada, para beneficio de las élites económicas. Habremos retrocedido estructuralmente en la democratización económica de la sociedad. Tendremos que volver a empezar la lucha por la igualdad desde una posición muy desventajosa.

La ciudadanía –concepto republicano en contraposición con la condición de súbditos- ha carecido de instrumentos de participación política vertebrados para contrarrestar los incumplimientos del Gobierno y de las instituciones. No se ha sentido satisfecha con la representación que le han ofrecido los sindicatos y los partidos de izquierda.

La democracia comienza en el Congreso de los Diputados, pero discurre, además, en el seno de los partidos democráticos, de los sindicatos, de las asociaciones de ciudadanos y de quien quiera organizar vectores de participación ciudadana. Pero en España la ciudadanía ha estado limitada en su participación democrática a la institucional, con el agravante de que, como el Titánic,  los grandes partidos construyeron departamentos estancos para que los ciudadanos no tuvieran reservado ningún papel directo. Pero la estructura de esa democracia controlada ha chocado contra el Iceberg de la indignación social.

Quienes han tenido el coraje de articular la indignación en organizaciones de lucha contra la injusticia están doblando el pulso al gobierno. Lo que no han conseguido los partidos de izquierda lo han logrado plataformas como la que lucha contra el genocidio social de los desahucios.

Toda la espuma de este espectáculo de corrupción no puede ocultar el origen del drama. Una sociedad secuestrada por los poderes económicos. Los españoles les hemos prestado a los Bancos más de sesenta mil millones de euros para que no se hundan. No han pagado por sus responsabilidades los mismos que ahora reciben el dinero por su incompetencia y por el saqueo de las Cajas de Ahorro. Y esos mismos altos ejecutivos que han recibido tal cantidad de dinero garantizado por los ciudadanos echan de sus casas a quienes no pueden pagar las casi siempre paupérrimas facturas de su hipoteca.

Ahora los ciudadanos han tomado la calle y el parlamento. Si todavía son inteligentes quienes tienen el mando de la situación, debieran prevenir que los ciudadanos no terminen por asaltar La Bastilla. El Titánic del poder ya no es indestructible.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 5

Latest Images

Trending Articles





Latest Images